El cuerpo sin vida de Eva Bou, la vecina de Borriol que apareció muerta en su casa el pasado viernes, fue examinado ayer por la mañana en una exhaustiva autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Castellón. Un examen post mortem que reveló que la víctima, de 35 años, fue atacada con algún tipo de arma blanca, según ha podido saber este diario. La confirmación de una muerte violenta no sorprendió a la Guardia Civil, que busca sin descanso a la pareja sentimental de la fallecida, José Luis Gallego Sánchez --un exlegionario conocido como Pitillo--, quien permanece huido.
El análisis del cadáver de la mujer, que se encontraba en avanzado estado de descomposición, evidenció que Eva Bou fue asesinada entre el dos y el tres de septiembre. Esto es, unos cinco días antes de que su cuerpo fuera hallado en el domicilio que la pareja compartía en la calle San Bartolomé, después de que la familia de ella se extrañara por no tener noticias de la fallecida. El tiempo transcurrido desde el óbito y las altas temperaturas contribuyeron al mal estado del cadáver.
Los familiares de Eva Bou están destrozados tras su muerte. La mujer deja un hijo de 15 años --huérfano ya de padre--. Además, hace tan solo un año y medio fallecía también un hermano de la ahora asesinada. «En la pareja había problemas, él no era bueno con ella, pero nunca te imaginas algo así», apunta Vicente Bou, hermano de la víctima, quien asegura que la fallecida no llegó a denunciar nunca a su novio.
Vecinos cercanos consultados por este periódico también coinciden en que, aunque él tenía un pasado delincuencial, «nadie esperaba que fuera capaz de algo así», dando por supuesto que se trata de un crimen de género. «Él se descarrió y ha estado detenido por entrar a robar en casas y desvalijarlas. También pinchaba las ruedas de vehículos y tuvo una relación muy tormentosa con su exmujer», dicen de él quienes lo conocen desde que era niño.